miércoles, 11 de enero de 2017

SHERLOCK HOLMES

Un día caluroso de verano se encontraba Sherlock Holmes en la biblioteca de Londres, Sherlock estaba sudando y le dolía mucho la cabeza porque estaban a 45 grados.
La cabeza le dolía más de la cuenta, que parecía que le iba a estallar
y era incapaz de seguir el caso de un asesino es serie; Watson siempre servicial fue a refrescarle con una limonada que compró en la vuelta de la esquina.

y Sherlock Holmes vio que se encontraba bien y siguió con la investigación .

-Te lo  dije, Sherlock: ¿
ves como te has puesto mejor?

-Sí, mi querido Watson, gracias a ti

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