-Buenos días, soy el detective Sherlock Holmes y me preguntaba si me podría ayudar con un caso dificultoso- dijo Holmes con cara de pocos amigos.
-Claro ¿de qué se trata?- dijo el señor Balvoa que era como se apellidaba.
-¿Quién es usted? Y por qué viene aquí- dijo Holmes dando un palmetazo sobre la mesa.
-Soy el detective Jonh Balvoa y vengo aquí porque sí- dijo él con una sonrisa siniestra en la cara.
-Lo veo muy tranquilo y despreocupado- dijo Holmes intimidante.
-¿Por qué no iba a estarlo?- dijo Balvoa inquietándose por momentos.
-Porque es nuevo en eso ¿no?- dijo Holmes con seguridad, a la vez que disimulando sus intenciones.
-Sí, este trabajo es fácil y sencillo- dijo Balvoa tranquilizándose a cada segundo.
-Bueno, ya no tengo más preguntas- dijo Holmes marchándose con seguridad y tranquilidad.
Con la puerta ya cerrada Holmes empezó a hacer funcionar un micrófono que había dejado escondido mientras que hablaban. Más tarde descubrió que el único objetivo de Balvoa era descubrir la situación de su cliente, robarle información y venderla a unos ladrones por el treinta por ciento de lo ganado. Holmes fue a por él, llamó a la policía e hizo que detuvieran a Balvoa.
Y así fue como otro de los casos de Holmes acabó bien.
Fin😊
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