martes, 26 de enero de 2016

102 dalmatas

Érase una vez, hace varios años Cruella de Vil salió de la cárcel y ayudó a un hogar para animales que casi se queda sin dinero.

En casa los dos perros dálmatas habían tenido una camada de cachorros,  pero una pequeña cachorrita llamada Blanquita nació sin ninguna mancha y siempre que veía a sus hermanos felices, ella se entristecía; hasta que el dueño de un veterinario le regaló un jersey blanco y así la perrita se puso muy contenta. Varios días después recibieron una invitación a un banquete en ¡la
casa de Cruella!... ¿qué pasará en esa fiesta? , ¿volverá Cruella a la cárcel?

Si quieres saber el final, pídemelo, que te lo doy encantada.

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